domingo, 28 de febrero de 2010

jueves, 25 de febrero de 2010

AVENTURAS CON ESGUINCES

Esa noche salí con Rosi, mi hija.
Ibamos charlando. Estoy segura que un segundo antes del cuerpo a tierra, cuando manos extendidas adelante, resbaló mi pie derecho sobre un baldosón que parecía encerado (eso lo vi después) la ví dos metros por detrás mio _Mamá!! ¿Estás bien?
_ Si si _decía yo, intentando levantarme.
Empezamos a reírnos como locas porque no podía levantarme y por lo fuera de lugar de mi comentario...: _ Me habrán visto todos...
_ ¡Mamá!! pero si no hay nadie!!
Eran las 10 de la noche y hacía mucho frío. Miré a mi alrededor y no se veía un alma.
Las lágrimas no me dejaban moverme pero no eran de dolor sino de risa por la espectacularidad de la caída y el planchazo de todo mi cuerpo sobre la acera.
El cuerpo estaba caliente con la caminata y no me dolía nada.
Cuando logré enderezarme me di cuenta que no podía apoyar el pie.
Como pude llegué a mi casa.
Esa noche pasé hasta altas horas de la madrugada en la sala de urgencias del hospital.

Fuimos en taxi con mi hijo y su novia que fue quien insistió en que me viera un médico enseguida porque el pie se había hinchado, a pesar de los baños de contraste que me prepararon intentando aliviar el dolor.

El taxista que nos llevó parecía mudo o que estuviera cumpliendo con una abstinencia voluntaria de charla como las monjas de clausura. Yo tampoco estaba para muchos comentarios.

Dos esguinces fue el diagnóstico, vendaje y reposo la indicación médica.

Y de vuelta a casa en otro taxi.
Esta vez, nos tocó en suerte, un conductor charlatán de esos que ya están hablando antes de que subas, cuando todavía no le has dicho a dónde quieres que te lleve.
No es que ahora pretenda excusar mi actitud ante este hombre que intentaba hacernos más placentero el viaje o anestesiarnos, emocionalmente hablando, para que no nos doliera tanto la tarifa que nos cobraría más tarde.
Como por la boca muere el pez, el chofer me miró (yo iba adelante, con él) y me soltó a boca de jarro:
_ ¿Es argentina?

Yo, que me pongo de mal humor cuando he dormido poco y máxime ese día que estaba dolorida, no se me ocurrió mejor idea que hacer un comentario, lo que digo siempre en rueda de amigos cuando me preguntan si soy argentina:
_No, no soy argentina, tengo una neurona más, soy uruguaya.

Se hizo un silencio mortal dentro del taxi que no se cortaba ni con tijeras, como dice mi amiga Ale.

El conductor, demostrando una entereza impresionante para esquivar puñaladas verbales, fruto de la experiencia adquirida en tantas horas de rodaje llevando una variedad infinita de especímenes humanos, dijo con suavidad:
_Soy argentino, de la provincia de Jujuy.

Menos mal que en ese momento nos detuvimos ante la farmacia de guardia para recoger
los Aines (me gusta más que antiinflamatorios no esteroides) que me había recetado el galeno, porque la mirada que me echó mi hijo antes de bajar del taxi, valió más que mil palabras o más que una puñalada verbal.

Se ve que el conductor era un todo terreno. Hizo caso omiso de mi desacertado comentario
y haciendo gala de su verborragia natural, nos relató toda su vida, creo que desde el momento de su nacimiento.
Veinte años llevaba viviendo en España

Me encargué de demostrar que escuchaba interesada toda su historia, mientras iba planeando como subiría la escalera de mi casa con las muletas.

. Como tuve que frenar mi ajetreo habitual y acostumbrarme a dejar pasar el tiempo, me dediqué
sobre todo a leer. Así que como en esta quincena ya he leído todos los libros pendientes que me faltaba devorar, “Los otros”, “Los pilares de la tierra”, “El si de las niñas”, “La joven de la perla”,
mi hija que es mi proveedora de libros ha debido recurrir a la biblioteca pública, donde tiene su ficha personal con derecho a préstamos. Por ella he disfrutado otras bellezas literarias que no conocía como las del escritor uruguayo Mario Levrero entre otras, “El lugar” y “París”.

Obligada a permanecer en reposo voy dejando pasar el tiempo del sofá a la cama, en muletas y hasta en una silla de ruedas que consiguió mi hermana, para que no me dolieran los brazos y el pie sano por ir saltando por la casa como una rana.

A RITMO DE PRIMATES

Tengo un vecino muy considerado.
Ya desde las nueve de la mañana y como está desde hace meses en el paro despierta al vecindario
( bueno, cuando él se despierta ) con “música”, con un ritmo monótono de chunga! Chunga, chungui! huic, huic, huic,!! a todo volumen que me trae reminiscencias de mi infancia.
Mejor dicho, me recuerda el ruido que hacía la lavadora de mi madre, modelo de época, cuando era pequeña. Eramos muchos en casa y había que lavar todo el tiempo.
Cuando pienso en el ahorro de energía, no me imagino a mi madre cumpliendo con esta nueva tendencia de responsabilidad con el planeta. Y digo hubiese sido un imposible en ese tiempo, porque en mi casa nunca se detenía esa máquina infernal.

Ese mismo ruido de tambores africanos, de pub actual, sin luces psicodélicas me sigue persiguiendo hoy, que ya deseo el sosiego de mi casa.
Tengo derecho a disfrutarlo, al menos en este largo mes de vacaciones obligadas debido a los dos esguinces que me hice en el pie.
Me caí tratando de subir a una vereda, irónicamente por la misma esquina preparada para que suba sin problemas un minusválido con silla de ruedas.

Estoy mucho tiempo encerrada en mi casa que no está preparada para filtrar ruidos molestos.
Así que la pared que me separa de los ritmos primitivos de mi vecino, legado de sus ancestros
cavernícolas, no me protege de la explosión de sus deseos reprimidos de convertirse en disc-jockey con su colección de sonidos guturales y ritmos de primates.

Dicen que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista :-)
Si eso es verdad, cuando a él lo saquen del paro y yo vuelva a mi rutina diaria, este suplicio pasará. O por lo menos no me enteraré porque estaré trabajando.

¿TE APETECE ESCRIBIR ?

Por casualidad , navegando una tarde por internet, encontré una página de la Asociación Feafes de Valladolid.
Según lo expresaban allí el próximo objetivo que se marcaba dicha fundación era quitar la estigmatización que pesa aún sobre los enfermos mentales y su integración social.
Ese era también el espíritu que debía destacarse en los relatos breves que se presentaran al concurso que habían organizado, cuyo plazo de cierre era ese mismo fin de semana.
Constituirían el Jurado del Concurso, autoridades de centros especializados en el área de la Salud Mental, destacados escritores premiados en el Campo Literario y representantes de la propia Feafes.
Lo recaudado con la venta de la publicación se destinaría a la consecución de su proyecto.

Era viernes y debía enviarlo por correo con fecha del lunes como último plazo según constaba en las bases del concurso.
Me enamoré del tema y me aboqué a escribir un relato breve en tres días sin tener la certeza de lo que saldría.
Elegí el tema de la esquizofrenia.

Un día me comunicaron que mi relato había sido seleccionado.
Di mi consentimiento y cedí los derechos para que el material fuese utilizado como lo consideraran conveniente.
Me encantó colaborar con el plan de acción y disfruté viendo mi relato junto a los demás seleccionados en una publicación en papel, con la satisfacción añadida de que lo que redacté allí pertenece a mi historia familiar, fue real y nos afectó a todos.

Lo comento porque aunque juguemos con la escritura, el producto final contiene toda la ilusión, el esmero y la dedicación que hemos puesto en ello. Lo reconoceríamos entre miles de trabajos escritos porque sabemos por qué y cómo lo hemos realizado.
 Le tenemos cariño porque es nuestro aunque nunca sea considerado un best-seller.

ÉTICA DEL QUE ESCRIBE



                                  
"Un escritor puede ser un hombre radical o conservador, pero lo que está obligado a ser siempre es intelectualmente íntegro, y no incurrir en el estereotipo, en el cliché o en la pura mentira retórica para conseguir el aplauso de un auditorio". Mario Vargas Llosa: Contra viento y marea.


Hace unos años me obligué a escribir poemas porque según dice un escritor murciano que conozco hay que hacerlo “para coger el oficio”.
Siempre me gustó más la prosa.
Este blog me lo creó mi hija y escribo porque me lo pidió mi hijo.
Me gusta hacerlo cuando siento deseos o cuando tengo algo interesante que escribir pero me he propuesto decir algo cada día para que no gane terreno la pereza.

El año pasado, repondiendo a la sugerencia de mi amigo el escritor, presenté mi pequeña colección de poemas en un concurso local de la provincia de Murcia.
El premio se lo llevó un escritor de Almería si mal no recuerdo.
Para mi fue en realidad un juego presentarlos porque ya los tenía escritos y sólo hice la recopilación de los dos libros que había registrado en el 2003 como “Ecos” y “Entre poemas” en la Conselleria de Educación en Alicante. Estuvieron colgados en una página web entre varios poemas escritos por otros miembros del grupo literario que organizaba el evento mencionado.

Poco después del veredicto del jurado, llegó a mis manos una publicación llamada “Desiderata” en el 2008. una selección de poemas cuyo autor es miembro de la asociación local organizadora concurso y q ue a su vez actuó como jurado encargado de leer todos los trabajos que fueron recibidos.

A medida que leía sus poemas fui reconociendo demasiadas similitudes con los míos por lo que decidí analizar sus versos con más profundidad.
En primer lugar todas las coincidencias mantienen el orden de mis propios poemas.
Sólo hay que ir pasando páginas....¡Oh!

En mi poema “Igual”mis versos dicen:
“como la verdad y la mentira, igual” y él dice “ ni mentira ni verdad”.(en todos los casos trata los mismos temas con el mismo enfoque que los míos).

Al poema que llamo “Desamor” él lo llama “El primer desamor”.

Al poema que yo llamo: “Ley de vida” él le ha llamado “La escuela de la vida”

En mis versos: “Imagen adorada, amor ideal...” él llama al poema “amor platónico” y dice “amor de juventud, amor platónico..”

En mi poema “Sueños” digo: “ Soñar en su vida fue su gran consolación...”..”.. y en su celda vivía la realidad que quería” él dice: “que mis sueños se hicieran realidad, haciendo realidad mi fantasía”

Por nombrar algunas.
Y muchas más que fui anotando en su propio libro.

En un poema que él llama “Nuestro Padre Jesús” dice “quien pudiera cantar una saeta a las llagas... quien pudiera librarte de los clavos.....agonía sempiterna clavado en el madero...”( ¿Les suena conocido el tema?. ¿No huele a Antonio Machado?).
Todo esto bien mezclado con un soneto a la colitis y otro al cólico nefrítico (fino, muy fino).

En la página 43 en el poema “A mi manera” dice en versos:
“me apoyo al escribir en la informática
un medio que parece......” a veces aunque sea de forma errática
usando ese artilugio que es tan práctico
consigo algún poema que es auténtico”